El pasado 28 de mayo la UER hizo un comunicado especial en el que dio a conocer la decisión de romper las alianzas que tenían con la Compañía Nacional de Radio y Televisión de Bielorrusia (BTRC).
La UER (Unión Europea de Radiodifusión) para quien no lo sepa es la organización internacional de radiodifusoras de servicios públicos y cuenta con 56 países miembros, su sede se encuentra en Ginebra (Suiza).
Entre las funciones de este organismo europeo se encuentran el intercambio de programas, estimular y coordinar coproducciones, negociar los derechos de las retransmisiones, el desarrollo de nuevas tecnologías y organizar el festival de Eurovisión.
Pues bien Bielorrusia era un país miembro de la UER hasta el día de ayer, cuando han sido oficialmente expulsados de dicha organización y por lo tanto también de Eurovisión, esto significa que no podrán presentarse al festival en los próximos años.
Pero os estaréis preguntando ¿Qué ha pasado?
Pues bien sencillo, en la pasada edición del Festival fueron descalificados tras presentar dos canciones con gran carga política (cosa prohibida en el festival), tras una primera descalificación se le ofreció una segunda oportunidad que volvieron a desaprovechar y tras ser avisados fueron finalmente descalificados.
La UER vio en esto un ataque y una provocación de índole muy seria que se vio agravada tras los comentarios de un periodista de la televisión Bielorrusia en el que decía del grupo italiano Måneskin y actuales ganadores del festival; “Que eran homosexuales y basura que huele a sida” y que el público que ve o asiste al festival eran unos “pervertidos”.
La UER vio lleno el vaso de las provocaciones con estas faltas de respeto, homofobia y la falta de libertad de prensa, por lo que ha decidido con urgencia expulsarlos como miembros europeos.
Cabe destacar que en países como Rusia, Azerbaiyán o Turquía estos ataques a la libertad de prensa y a los derechos humanos están a la orden del día pero la UER no ha tomado aún cartas en el asunto.
¿A qué están esperando?